Según datos de la Cámara de Comercio de España, en nuestro país 3 de cada 10 empresas no dispone de un plan de digitalización de sus negocios. En el lado opuesto, un 30% de las empresas españolas, las cuáles sí han implementado tecnología en el último año para sustituir por mano de obra. De estas, un 37% son start-ups, otro 37% grandes empresas, y un 24% pymes, según la Guía del Mercado Laboral 2019 de Hays.
“La transformación digital es esencial para el éxito empresarial, ya que esta evolución ha supuesto una auténtica renovación, nuevos retos, agilidad y prioridad en las personas de las organizaciones”, recuerda Fernando Calvo, People & Culture Director de Hays España
Sin embargo, hay que recordar que una cultura digital inmadura y poco colaborativa impide el correcto avance. Las nuevas tecnologías y formas de trabajo requiere que las organizaciones reconsideren cómo funciona el negocio. Por todo esto, es necesario preguntarse qué es lo que queremos: priorizar la rapidez en la implantación de la digitalización o el buen funcionamiento a largo plazo.
“La presión para digitalizar las empresas ya está en marcha, aunque no es una solución simple”, reconoce Dirk Hahn, COO y director estratégico de Hays en Alemania. “Es una importante reelaboración de los procesos de un negocio que requieren que se invierta su enfoque, tiempo, dinero y recursos humanos para brindar una experiencia que pueda competir en una era digital”.
Como destaca Hahn, “la digitalización es una gran oportunidad para las empresas que desean actualizar y ampliar sus procesos de negocio, pero no es el momento de digitalizarlo todo”. «Agregar software a un proceso que no funciona no te hace digital. El mayor desafío es volver a imaginar el proceso, no escribir software», concluye.