Un 7% desea volver a la oficina a tiempo completo tras la pandemia, mientras que un 32% de los profesionales anhela poder continuar el teletrabajo de manera permanente
Robert Walters, consultora especializada en búsqueda y selección de mandos intermedios y directivos, ha desarrollado el informe «El Futuro del Trabajo tras el COVID-19».
En esta última encuesta, realizada durante la pandemia con empresas y profesionales de diferentes áreas y sectores en España, revela las siguientes conclusiones:
Mayor productividad para un 47% / Un mayor número de horas extra para un 36%
El 76% de los profesionales encuestados afirma estar satisfecho con su transición al teletrabajo.
Un cambio experimentado por un gran número de empleados a raíz de las medidas puestas en marcha para combatir el coronavirus.
Respecto a la vinculación entre full remote y productividad, el 47% de los profesionales reconoce haber conseguido mejores resultados desde que trabaja bajo esta modalidad.
Para un 35% no se han producido cambios significativos, mientras que un 17% manifiesta que su rendimiento laboral ha sido inferior.
Los 6 principales factores que alegan los que se han visto favorecidos por un aumento de la productividad son:
El ahorro de tiempo de desplazamiento a la oficina (78%); una mayor flexibilidad en el horario de trabajo (60%).
Además, una mayor capacidad de concentración/menor número de distracciones (45%); un ambiente cómodo y relajado en el hogar (36%); un menor número de reuniones (35%); y una mayor autonomía (35%).
Por el contrario, los profesionales se han encontrado también con ciertas frustraciones a la hora de trabajar desde casa.
Un 36% afirma haber dedicado más horas semanales a su jornada, mientras que un 32% ha experimentado un aislamiento social una falta de socialización con sus compañeros de trabajo.
Además, 3 de cada 10 profesionales han sufrido un impacto en su bienestar físico.
Por no contar con el mobiliario adecuado para trabajar, lo cual exponen ha supuesto una disminución del 20% en su productividad.
Otros inconvenientes han sido conciliar el teletrabajo con el cuidado de los hijos (29%) y la dificultad para mantener un horario de trabajo regular (22%).
El tiempo de desplazamiento a la oficina se ha invertido en trabajar, realizar tareas domésticas, hacer ejercicio físico y estar con los seres queridos.
El 56% de los profesionales calificaría la experiencia de trabajar desde casa como positiva.
Los motivos clave que han contribuido a una valoración favorable están estrechamente relacionados con la salud mental, la conciliación y el bienestar:
No tener que desplazarse al lugar de trabajo (82%), una mayor flexibilidad de horarios (73%), la posibilidad de pasar más tiempo con la familia (58%).
Un ambiente cómodo y relajado (52%), y una mayor capacidad de concentración (40%).
Entre aquellos que han valorado la experiencia como negativa (17%), las principales causas de esta desdicha han sido la incapacidad de separar la vida personal de la profesional (66%).
El hecho de trabajar más horas (55%), la falta de interacción física con el equipo (53%), no contar con un mobiliario adecuado (41%) y una mayor presión para obtener resultados (30%).
Los profesionales alegan haber invertido el tiempo que tardaban en desplazarse a la oficina en trabajar más horas (43%).
Realizar tareas domésticas y/o personales (33%), dormir más tiempo (32%), hacer ejercicio físico (25%) y pasar tiempo con sus seres queridos (18%).
9 de 10 profesionales quieren tener la posibilidad de teletrabajar una vez se vuelva al escenario laboral «habitual»
Respecto a la frecuencia deseada para el trabajo en remoto una vez se vuelva al escenario laboral «habitual».
Un 42% de los profesionales le gustaría realizar sus funciones desde casa al menos una vez a la semana.
Un 20% considera adecuado teletrabajar 2 veces al mes, inclinándose porque se convierta en una modalidad de carácter permanente el 32% de los mismos.
Por último, tan sólo un 7% de los profesionales rechaza por completo la idea de trabajar a distancia tras superar la pandemia.
Si examinamos los cifras de teletrabajo obtenidas de manera previa al Covid-19, 3 de cada 10 profesionales no contaba con la posibilidad de teletrabajar.
Mientras que un 33% y un 14% sólo podía hacerlo bajo situaciones excepcionales o con una baja regularidad (unas cuantas pocas veces al mes), respectivamente.
Únicamente el 19% de los profesionales tenía plena libertad para trabajar desde casa cuando y cuanto lo necesitase.
Esta falta de alineación entre lo ofrecido por las organizaciones y las expectativas de los profesionales ha terminado por visibilizarse en los 3 cambios más demandados por estos últimos para el período post Covid-19:
Una mayor flexibilidad para trabajar desde casa (71%), seguido de una mayor atención en el bienestar de los empleados (37%).
Una mayor inversión en tecnología para poder implementar las modalidades de teletrabajo de manera eficaz (32%).
Marco Laveda, Managing Director Spain & Portugal en Robert Walters, comenta respecto a la evolución del teletrabajo y entorno laboral:
«Ante estos hallazgos, las empresas no pueden ignorar el unánime deseo de los profesionales de disponer de opciones flexibles.
El teletrabajo era ya de manera previa a la pandemia global, un asunto cada vez más comentado.
Las organizaciones precursoras a la hora de ofrecer esta modalidad fueron las start-ups de tecnología y las grandes multinacionales del sector de Gran Consumo.
Incluyeron el trabajo en remoto en sus planes de beneficios con la misión de fortalecer la retención y atracción de su talento.
Desde Robert Walters creemos que estas nuevas posibilidades y realidades que ofrece la digitalización han llegado al mundo laboral y al de la selección para quedarse.
A través del teletrabajo u otras soluciones tales como los procesos de contratación e incorporación a distancia.»