Así lo aseguró recientemente Pablo Pineda, el primer diplomado europeo con síndrome de Down, en la jornada “Diversidad en primera persona”, organizada por la Fundación Adecco y la asociación APREME con el objetivo de sensibilizar a los más de 500 asistentes sobre su idea de la discapacidad.
“En la actualidad son muchas las empresas y las personas que se siguen fijando en las limitaciones que puede tener una personas con discapacidad, dejando a un lado el talento que esa persona pueden aportar a su entorno”, afirmó el actor malagueño.
Durante su intervención, Pineda destacó la importancia de la educación en las personas con discapacidad a la hora de aumentar su autoestima y normalizar su situación. “Gracias a la confianza que mis padres depositaron en mí, fui consciente de que mis únicas limitaciones, al igual que las de cualquier otra persona, serían las que me pusiera yo mismo, y no las que me pusieran otros. Mis padres fueron los que me enseñaron a ser una persona autónoma e independiente. A ello también contribuyeron algunos profesores que, durante mi etapa escolar, me ayudaron a desarrollar las capacidades y las habilidades que me han permitido ser lo que soy en estos momentos”.
El ganador de la Concha de Plata en el Festival de Cine de San Sebastián por la película «Yo, también» concluyó su intervención asegurando que “todo el mundo, al margen de que tengan o no discapacidad, tiene sus pequeñas limitaciones, pero al mismo tiempo mucho talento que aportar”.