ESADE Business School y la Fundación SERES han organizado el encuentro “RSE y RRHH: implicación y gestión del talento” con el objetivo de analizar cuáles son las mejores prácticas en implicación y gestión del talento. En el acto participaron Ignasi Carreras, director del Instituto de Innovación Social de ESADE, Miguel Laloma, director de Empresas en Fundación SERES, Mireia Marimon, responsable de RSC de Esteve, Montse Moliner, directora de Comunicación y RSC de ManpowerGroup, y Gregori Cascante, consejero delegado de Ingeus Daleph.
Ignasi Carrera dio la bienvenida a los allí presentes recordando que “la responsabilidad social empresarial, además de contribuir a que las compañías sean actores en la transformación social, protegen la marca y la promocionan”. Por su parte, Miguel Laloma afirmó que “en la Fundación SERES queremos responder al desafío de hoy en día, en un momento en el que es esencial afrontar retos, así como crear un entorno competitivo y saludable para todos. Por ello, creemos en el papel de la empresa como actor de cambio y potenciamos el compromiso de las compañías en la mejora de la sociedad, creando valor para todos y fomentando la aparición de protagonistas del cambio. Por eso, uno de los temas de mayor relevancia para nosotros es cómo las empresas gestionan la atracción y retención de talento, cómo ponen el foco en las personas”.
Mireia Marimon comentó que “desde el departamento de RRHH es necesario conectar con las inquietudes externas para poder incorporarlas dentro de la compañía”. “Los intangibles son un elemento diferencial que cada vez se valora más”, añadió.
Por otro lado, Montse Moliner, directora de Comunicación y RSC de ManpowerGroup, aseguró que “la RSC ha pasado de ser una parte puntual en RRHH a integrarse dentro de la estrategia de negocio de la empresa con la finalidad de crear y desarrollar lugares de trabajo más sostenibles y de mayor calidad”. “La clave está en poner a la persona en el centro y conocer las necesidades sociales”, explicó.
Por último Gregori Cascante apuntó que “las empresas no pueden dejar de mirar hacia los colectivos más vulnerables y los problemas de su entorno ya que tienen capacidades para hacer cosas por ellos. Los proyectos de RSC pueden ayudar a solventar problemas cercanos y son muy eficientes en cuanto al retorno, traducido en conocimiento y satisfacción por parte de los trabajadores”.