Leo estos días a Giuseppe Cavallo, experto en marketing y comunicación, tiene una visión muy simple: para tener éxito las marcas deben contribuir a que seamos felices. Con su libro “El Marketing de la Felicidad” ofrece una hoja de ruta y un manual práctico que de herramientas de marketing responsable. Pretende reconciliar la idea de éxito en los negocios con la perspectiva de un futuro más ético, responsable y respetuoso con el medio ambiente.
Cavallo también ofrece a los jóvenes que emprenden el maravilloso arte del marketing sabiendo que tienen una tarea difícil que cumplir: deben cambiar el mundo. El autor de “El Marketing de la Felicidad” espera poder inspirarlos en la idea de que los negocios y las marcas sirven para crear felicidad y no adicción consumista.
En todas estas reflexiones miro hacia dentro de la organización analizando la marca como un valor de distinción que afecta al negocio y a los empleados. Son estos últimos los que “construyen” y hacen “marca”. Ambos son los que atraen a la organizaciones capital humano que refuerza la organización.
Como se reflexiona en este libro, ¿es posible que lo que dijo Gerd Gerken en 1994-que el marketing ha muerto-sea verdad y que debemos aceptar el hecho para salir adelante?
Parece que el marketing de hace años ya no nos vale. El mundo cambia y el marketing al mismo ritmo.
Tenemos que entrar en conversación-o por lo menos intentarlo-con nuestros públicos.
Y este marketing comienza en muchas ocasiones a madurar dentro de la organización. Cultura, innovación y valores influyen mucho en productos finales. Luego el cliente valora .
Francisco García Cabello
Fundador y Director del Foro Recursos Humanos.