Han cambiado tantas cosas a lo largo de los últimos meses que es difícil que no haya cambiado también nuestra manera de trabajar. El teletrabajo ha pasado a ser una opción perfectamente viable, porque las nuevas tecnologías y la fuerza de trabajo que hay en las personas lo han permitido. Hemos sabido acostumbrarnos a trabajar en remoto y parece que los índices de productividad no han caído. Con la mirada puesta en la recuperación, las empresas hacen balance de un sistema de trabajo que ha funcionado. Es hora de aplicar la ley del teletrabajo, la herramienta legal que permite a empresas y trabajadores ponerse de acuerdo para hacer sólidos los cimientos del trabajo en remoto.
Pero, ¿qué hay de las relaciones personales? ¿Cómo se alcanza un liderazgo exitoso sin ver a menudo a los empleados? ¿De qué manera podemos conjugar con eficacia empleo y conciliación personal y familiar? La respuesta está en el trabajo híbrido. Una solución más que viable, hacia la que avanzan muchas empresas con paso firme. Pero, ¿en qué consiste exactamente? ¿Es el trabajo híbrido la panacea? ¡Veamos!
La oficina que no desaparece
Contrariamente a lo que muchos pensaban, las oficinas no desaparecerán. En absoluto. Si bien teletrabajar es cómodo, para muchas personas todavía resulta imprescindible – y hasta saludable – acudir a la oficina, desarrollar su actividad en un ambiente de trabajo físico e interactuar con sus compañeros de manera personal. No debemos olvidar nuestra condición de seres sociales.
No obstante, se hace inevitable sopesar ventajas e inconvenientes. Teletrabajar nos permite evitar desplazamientos, conciliar y disponer de más tiempo para nosotros. Si se dan las condiciones de aislamiento idóneas (un despacho propio, la soledad en el hogar) puede que incluso podamos concentrarnos mejor. Y, por tanto, alcanzar mayores cotas de productividad.
¿Qué pasará entonces con las oficinas? Bueno, los expertos se decantan por un modelo híbrido. Las oficinas no desaparecerán, pero tendrán que reconvertirse. Y en este sentido, las soluciones tecnológicas tendrán, sin duda, un papel protagonista.
¿Cómo se construye una oficina híbrida?
Para que el trabajo híbrido dé los frutos que deseamos, el modelo de oficina tendrá que ser reformulado. En este sentido, la empresa tendrá que replantearse muchas cuestiones, que no solo tienen que ver con el espacio físico. Así pues, consideramos fundamental:
Desarrollar un modelo de trabajo híbrido claro
Los trabajadores deben saber quiénes pueden teletrabajar y quiénes no (a veces las funciones de determinados empleados no lo permiten) y en qué medida: el porcentaje de la jornada, en qué condiciones será imprescindible su presencia y en qué circunstancias no, para que no haya lugar a equívocos o malentendidos.
Maquetar una oficina híbrida
¿De qué nos sirve una oficina con tantos metros cuadrados si la mitad de la plantilla está teletrabajando durante buena parte de la semana? Las grandes empresas tienen por delante una labor muy importante de planificación, con el objetivo de reducir gastos y sacar todo el provecho que realmente pueden sacar del trabajo en remoto, como poner en marcha políticas efectivas de eficiencia energética.
Apostarlo todo a la seguridad
Que la seguridad no sea la asignatura pendiente, porque los cibercriminales siguen al acecho y ahora más que nunca aprovecharán cualquier brecha para colarse en nuestros sistemas y hacer de las suyas. Contar con un buen equipo que trabaje en la seguridad de vuestros equipos y redes será fundamental, pero también resultará imprescindible informar y concienciar a los empleados acerca de los peligros existentes.
Invertir en las tecnologías necesarias
Hemos señalado la importancia de la seguridad y esto nos da pie a introducir el siguiente apartado, que tiene que ver con la inversión en tecnología. Un modelo de trabajo híbrido exige herramientas tecnológicas escalables y fáciles de implementar, pero también accesibles desde cualquier lugar y dispositivo. Las políticas BYOD (Bring Your Own Device) deben ayudar a no invertir por duplicado en dispositivos o licencias de software.
Cualquier solución tecnológica que se integre en el ecosistema de herramientas y funciones de la empresa debe ofrecer facilidades y no generar problemas, para que de este modo el tránsito o adaptación al modelo híbrido resulte llevadero y perdurable a largo plazo.
Autor: Laura Arreguín| People & Culture Manager de Woffu