El espacio radiofónico Foro Recursos Humanos, de Capital Radio, ha contado con la presencia de varios expertos que han hablado sobre “Salud y Bienestar generacional en el ámbito laboral”. Se trata de un estudio del Observatorio Generación y Talento realizado por la Universidad Europea —como socio académico— y Criteria RRHH —como partner técnico—. De la mano de Francisco García Cabello, fundador y CEO de Foro RRHH y AZC Global, han comentado este informe Juan Domingo Palermo, creador y director del Observatorio del Trabajo en Buenos Aires Argentina; Ángeles Alcázar y Elena Cascante, socias directoras del Observatorio Generación y Talento. «Hablamos de recursos internos y externos: conocimiento, autoestima, entorno, familia, amigos, capacidad para ponerlos en funcionamiento; qué actividades ponen en marcha las empresas para potenciar la salud en todos los ámbitos laborales y personales», ha Ángeles Alcázar el contenido de este estudio. Asimismo, la tertulia de radio ha contado con el patrocinio de Correos, Enagás, Generali y Sandoz Farmacéutica.
También han mostrado su parecer Antonio Díaz Ruiz, presidente de AESPLA (Asociación Española de Servicios de Prevención Laboral) y miembro del Comité de Expertos en Salud y Bienestar; Eva María Trillo, del Área de Desarrollo Interno en Correos; y Carmen Corpas Betancor, enfermera del Trabajo en la Subdirección de Promoción de la Salud de Correos. A lo largo de la tertulia, se ha comentado la relación entre salud y estabilidad laboral. Los invitados explican la relevancia que tiene el entorno del trabajador, para poder apoyarse psicológicamente y, de este modo, aportar positivamente a la empresa. Antonio Díaz, aconseja leer con detalle el estudio “Salud y Bienestar generacional en el ámbito laboral”, del Observatorio Generación & Talento, porque aporta pistas fundamentales para que las empresas puedan aplicar políticas correctas de RRHH.
Contexto inestable o «VICA»
En opinión de Díaz, el estudio refleja cambios positivos en la salud: en la actualidad hay más preocupación, se hace más ejercicio, se procura cuidar más la alimentación. Pero hay otros campos de mejora: horas y calidad de sueño. Por otro lado, el covid ha aflorado la necesidad de afrontar los problemas de salud mental. ¿Qué grado de resiliencia tiene la nueva generación?, se pregunta Díaz. Desde su punto de vista, la pandemia covid, la guerra en Ucrania, fenómenos como Filomena… constituyen un contexto inestable o «VICA»: volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad.
En todo caso, es la situación que nos toca, y por tanto hay que encararla de manera constructiva y sin echar de menos otras épocas más tranquilas. Vivimos en medio de cambios cada vez más rápidos y constantes.
Eva María Trillo, de Correos, habla sobre programas para prevenir salud y cuidar ambiente laboral que se llevan a cabo en esta empresa pública. Por ejemplo, promoviendo campañas de prevención de cáncer según edades. Trillo destaca que el estudio “Salud y Bienestar generacional en el ámbito laboral” incide en detectar que cada generación cuenta con recursos específicos, de modo que las empresas deben impulsar medidas personalizadas. Por su parte, Carmen Corpas Betancor, también desde Correos, ha señalado una serie de pistas sobre salud psicológica y Generación X.
El estrés de la jubilación
Ángeles Alcázar y Elena Cascante, del Observatorio Generación y Talento, han ofrecido las principales del estudio «Salud y bienestar generacional». Por un lado, pone de manifiesto que ya antes de la pandemia los trabajadores acumulaban una serie de problemas de salud, sobre todo en lo relativo a aspectos psicológicos. Por otra parte, el estudio se centra en la propia percepción que los trabajadores tienen de su situación, lo cual arroja importantes diferencias según edad. Porque cada generación asimila su salud y sus preferencias a su modo. Por ejemplo, y según este estudio, el gran reto que tienen por delante las generaciones más veteranas afecta a su salud emocional. Los mayores se enfrentan a la jubilación, algo que genera incertidumbre. Al tratarse de una generación que no ha tenido una cultura de prevención de salud, es más bien reactiva ante la enfermedad.
Según Elena Cascante, la generación más veterana —la que tiene la jubilación a las puertas— se trata de “una generación con una salud mental muy potente, y eso tiene que ver con todas las habilidades que han ido desarrollando a lo largo de su vida”. “Estamos hablando de los valores, de las tradiciones, de la sabiduría, del compromiso… y también de estabilidad económica”, explica Cascante. “Todo ello les aporta el suficiente equilibrio como para abordar mentalmente bien los retos vitales; esta generación también le da muchísima importancia a la salud relacional, se apoya muchísimo en la familia y amigos”, apostilla. Como contrapartida, estas personas sienten que de alguna manera no son reconocidos, lo cual les afecta en la autoestima.
Baby Boomer
La siguiente generación son los llamados «Baby Boomer», cuya salud es algo mejor que la generación precedente, y casi podría calificarse de «buena». Necesitan mejorar los hábitos saludables, sobre todo, porque han alcanzado una edad en que el deterioro físico pasa factura. Asimismo, son poco conscientes de la necesidad del autocuidado. En el plano psicológico, viven con temor su futuro laboral, lo que se traduce en diferentes niveles de estrés. En lo referente al ámbito social, se trata de una generación con un entorno muy estable, algo que favorece su equilibrio, como en la generación precedente.
Y algo que también comparten con sus mayores es la incógnita sobre la jubilación. “Muchos viven con miedo a no llegar a la jubilación. Sienten que ya no se cuenta con ellos o que no están en los retos más importantes dentro de las organizaciones; que sus carreras han dejado de progresar, y se sienten apartados. También refieren tristeza, porque después de tanto trabajo y sacrificio no tienen el reconocimiento suficiente”, comenta Ángeles Alcázar.
Generación X
La siguiente hornada, conocida como «Generación X», también cuenta con su dosis de preocupaciones psicológicas. En este caso, hablamos de estrés generado o relacionado con el ámbito laboral. Es una generación que se ve agobiada frente a mucha responsabilidad tanto en el ámbito profesional como en el familiar. Les cuesta o no saben cómo armonizar ambos escenarios, lo cual les genera frustración y gran ansiedad. Su gran carencia, su problema más acuciante es la falta de tiempo. A lo cual hay que sumar la frustración que les supone la inevitable distancia que media entre sus expectativas y su realidad profesional. Algo similar sucede en sus relaciones sociales, pues las valoran muy positivamente, pero el poco tiempo de que disponen les impide satisfacer sus necesidades en este ámbito.
Generación Y
A la siguiente generación se la llama «Generación Y», que, si bien no manifiesta problemas serios en lo referente a la salud física, vive el estrés como su principal problema de salud. Atañe fundamentalmente a su entorno laboral, y se debe a una elevada carga de trabajo, lo cual desemboca en dificultad para compaginar trabajo, desarrollo profesional y vida personal. Para la Generación Y, el equilibrio es algo importante; por eso, cuando el tiempo que dedican al trabajo desborda lo que tenían previsto, e invade el resto de su vida, se produce un desequilibrio que origina problemas de salud.
Según los expertos, la salud psicología está más mermada que la física en la Generación Y. Quieren cambiar el mundo y a veces es el mundo quien les cambia a ellos. Viven con poca tolerancia las situaciones que les dificultan su avance profesional y personal, lo que les acarrea frustración e impaciencia, ya que quieren todo aquí y ahora.
Sin embargo, su salud social es aún más frágil. Son personas muy inquietas en sus interacciones sociales, lo que en ocasiones degenera en conflictos con sus empresas, pues no son capaces de encauzar sus inquietudes sociales por falta de tiempo. Asimismo, acusan una alta dependencia de las redes sociales, además de una falta empatía y conexión con las otras generaciones en la empresa.
Generación Z
En último lugar, el estudio aborda la salud global de la «Generación Z». La califica como buena, aunque con matices. Su salud física es de bastante calidad, obviamente, dada la edad. Pero también se debe a la relevancia que conceden a los hábitos saludables. Además, se sienten presionados a alcanzar lo que se cree que es el canon físico socialmente establecido. Por el contrario, su salud psicológica está más debilitada, a causa de su dependencia de las redes sociales, y, más en concreto, debido a una búsqueda constante de aceptación. A lo cual se suma que viven en entornos cambiantes y de gran incertidumbre.
Por otra parte, se percibe como excesiva la protección de los progenitores. Es una situación que a menudo les provoca inseguridad ante la realidad social y laboral y un desequilibrio en su interacción personal. Dentro de los aspectos positivos de la generación más joven, destaca su alta motivación social y su sentido de compromiso con el entorno ambiental y humano.
