El mayor miedo que siente un universitario para seguir su formación en una enseñanza por internet tiene un nombre: soledad. Este muro es el que pretenden derribar figuras como la del tutor personalizado, que no sólo se ocupa de resolver dudas sino también de ser la cara visible entre el estudiante y la universidad.
Pero, ¿cómo puede ser cercano el tutor en su relación con el alumno en una universidad online? Sergio Garea, director del Departamento de Educación en Internet de UNIR, la Universidad Internacional de La Rioja, cree que este objetivo se consigue “a través del lenguaje siempre de tú a tú”. A su juicio, los tutores “cercanos y accesibles, deben transmitir ganas de ayudar y una verdadera vocación de docente y de servicio porque están formando personas. Son muchos meses y muchos altibajos por los que pasa el estudiante y el tutor ha de estar preparado para cada momento”.
José Manuel Sánchez Ramírez, profesor de TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) aplicadas a Educación de UNIR, defiende que la “crucial” figura del tutor “debe evitar, en la medida de lo posible, los abandonos y la sensación de lejanía y soledad. Para los estudiantes virtuales, tan importante son los contenidos curriculares (lo que aprenden) como los procedimientos (cómo aprender y desempeñarse)”.
Concretamente en UNIR, las claves son, según Sergio Garea, la educación personalizada y la aplicación de la inteligencia emocional a una tutoría “proactiva y multicanal”. Con lemas como “el alumno es el rey”, “tu éxito es nuestro compromiso”, “nunca estarás solo”, “nos dejamos la piel por ti”, o “soy tu tutor y voy a darlo todo”, los tutores se implican para que los alumnos logren sus metas académicas.
En declaraciones para UNIR TV, la tutora Elena Peciña define esa relación entre el tutor y el alumno: “Prácticamente hablo más con ellos que con mi propia familia. Muchas veces me siento como una madre o una psicóloga. Siempre les recuerdo a mis alumnos que no están solos sino acompañados. Es un trabajo muy de fondo, pero cuando los alumnos llegan a graduarse, te lo agradecen, y eso llena muchísimo”. También su colega Álvaro Conejero, en UNIR TV, confirma que sigue teniendo contacto con antiguos alumnos y señala: “Cada día me llena más ayudar a los alumnos a ser lo que ellos quieran ser”.
Esther González ha cursado el máster de Secundaria en UNIR, y durante el último acto de graduación, se refirió a su tutor, Armando Ezquerro: “No sé las veces que habré hablado con él para compartir mis preocupaciones, mis agobios y mis problemas en la realización de este máster. Gracias por haberme escuchado siempre, a pesar de estar a muchos kilómetros de distancia”.
A juicio de José Manuel Sánchez Ramírez, en la enseñanza online “la clave es el concepto de ayuda” ya que la enseñanza en entornos virtuales tiene un componente necesario de “realización conjunta de tareas” entre profesor y alumno. Además, es importante el “sentimiento de pertenencia a la comunidad”: “En la medida en que el alumno se siente parte del proceso y el profesor asume su papel de guía y no de mero transmisor de contenidos, se crea una complicidad que pone en marcha estrategias de intercambio e interacción con el contenido y con el medio social en el que se produce el aprendizaje”. El desarraigo del alumno, por lo tanto, es “uno de los mayores males que puede soportar una entidad educativa”.
Vocación docente; dotes de comunicación; don de gentes; y roles de orientador, motivador e incluso de confidente y psicólogo son en definitiva los rasgos fundamentales que, en opinión de Sergio Garea, han de manifestarse en el tutor. “Es nuestra primera línea, donde nos hacemos más visibles como universidad ante los alumnos. Queremos que nuestros alumnos se sientan orgullosos de sus tutores al igual que los tutores lo están de nuestros alumnos”, concluye Garea.
UNIR, la Universidad Internacional de La Rioja, cuenta en la actualidad con 17.500 alumnos y más de 500 profesores y tutores.
