La reciente presentación del índice Manpowergroup pone de manifiesto que entre el 12 de marzo y el 30 de noviembre se han perdido un total de 370.000 afiliados, un -1,9% de los afiliados de febrero, reflejando en parte los positivos efectos de los ERTE.
En cuanto al empleo, según la EPA se ha producido una contracción cercana a los 700.000 empleos desde finales de 2019 (un -3,5%) con un moderado aumento del paro, reflejo de notables incrementos de la inactividad.
En esta situación el índice ManpowerGroup establece que existen notables diferencias entre los resultados relacionados con la ocupación, según hablemos de personas ocupadas, puestos de trabajo, puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo y horas trabajadas.
La crisis del empleo en el Covid-19 sugiere una comparación histórica: frente a una caída anual del 3,1% en la crisis financiera, la del año que se cierra en el tercer trimestre de 2020 muestra una mayor contracción del 3,5%, por lo que la pendiente de pérdida de empleo del Covid-19 es más acusada que en cualquiera de las crisis ocupacionales anteriores.
Las previsiones del Banco de España según el índice Manpowergroup señalan una caída acumulada desde 2019 que sería en 2021 entre el 4% y el 8% dependiendo de los escenarios: lo que apunta a una recuperación total que se pospondría a 2022 o 2023.
La Comisión Europea en sus previsiones, sin embargo va más lejos, al establecer que debido al choque del Covid-19 y los aumentos esperados en 2021 y 2022, difícilmente hasta 2024 no habrá una recuperación de la ocupación de 2019.
Según las previsiones del FMI y de la OECD, la tasa de paro durante 2021 se mantendrá en el 17% y el aumento del empleo será muy leve.
La OECD apunta además que debido a los repuntes de al pandemia la tasa de desempleo superará el 22% en 2021.
Más allá del Covid-19 apunta el índice Manpowergroup no será hasta 2026 cuando el empleo previo a la crisis financiera (el de 2007) se recupere en su totalidad.