El término holocracia lo acuño en 2007 Brian Robertson, fundador de la compañía Ternary Software, y lo definió como «un sistema de organización en el que la toma de decisiones se distribuye de forma horizontal en lugar de ser establecida por una jerarquía tradicional».
Para unos simplemente es falta de organización, mientras que para otros supone eliminar los puestos de dirección y entregar el poder de decisión a sus trabajadores. Para aclarar un poco más este concepto IMF Business School, escuela de negocios y empresa líder en tecnología y consultoría, ha analizado cuáles son las características fundamentales de una organización holocrática:
- Estructura circular. La compañía se organiza en equipos y deja de lado la clásica estructura jerárquica piramidal. Cada equipo tiene objetivos concretos y se autoorganizan internamente para conseguirlos.
- Roles definidos. Cada trabajador asume un rol concreto con responsabilidades claras, que puede variar en función del equipo con el que colabore. Para ello, es importante analizar cuáles son las cualidades de cada empleado, para poder adjudicarle el rol que mejor se adapte a sus capacidades.
- Flexibilidad. La idea es que cada persona pueda trabajar en varios proyectos con distintos roles, no significa que todos los trabajadores hagan de todo.
- Autonomía. El poder lo tienen los empleados y los equipos, ellos son los que se encargan de resolver los problemas de manera autónoma, lo que favorece su resolución eficiente en el menor tiempo posible.
“Este tipo de organización es más fácil de imaginar dentro de una startup, ya que los cambios en las grandes compañías y corporaciones suelen ser más lentos. Por ese motivo, hay que trabajar por transformar la estructura de esas empresas en pequeñas startups que funcionen como grupos reducidos y muy unidos donde se aprovecha la inteligencia colectiva en favor no solo de los intereses empresariales sino también personales”, concluye Carlos Martínez, presidente de IMF Business School.
