Los rápidos cambios socioeconómicos obligan a las empresas a estar preparadas para ser competitivas, y requieren perfiles muy transversales que no se consiguen sólo con la formación universitaria. Identificar, atraer y retener talento debería formar parte del ADN de las empresas españolas, si quieren que su capital humano trabaje de forma eficiente, conforme demanda el mercado.
Los parámetros de la contratación están experimentando también una transformación. A la hora de seleccionar a los candidatos que optan a un puesto de trabajo de calidad, se consideran menos los títulos universitarios y comienzan a valorarse factores como las habilidades, el talento y el potencial de cada cual. Teniendo en cuenta que las necesidades de la empresa hoy día son muy diversas y más dinámicas que antes, hacen falta perfiles que no se consiguen sólo pasando por la Universidad. Las empresas están contratando ya fuera de los círculos habituales, buscando personas que no cumplen con los estándares tradicionales de formación. Su objetivo es construir plantillas heterogéneas de éxito, en las que la formación y el talento innatos se combinen a la perfección.
Este cambio en la forma de buscar candidatos va más allá de un mero cambio de mentalidad por parte de las empresas. Reside sobre todo en la idiosincrasia de las nuevas generaciones. Sus intereses vitales son muy distintos a los de anteriores generaciones, y cuando buscan empleo lo primero que se preguntan es: qué va a aportarme como profesional y como persona esta empresa.
Las nuevas generaciones se sienten atraídas por entornos colaborativos, donde convivan perfiles profesionales distintos, la comunicación entre ellos sea continua, exista la opción de movilidad en la empresa, la posibilidad de integrarse en proyectos internacionales, y el mentoring y el coaching sean constantes. Ansían adquirir experiencia de forma no rutinaria, tener la posibilidad de aprender de otros, a ser posible en diferentes países, integrarse en equipos multidisciplinares y dinámicos como uno más, en los que el intercambio de experiencias sea lo habitual.
En este contexto, los Programas de “Job Dating” para identificar talento, compartir la experiencia de empleado y cómo trabajar, son muy útiles tanto para los empleadores como para los candidatos. Son una oportunidad única para dar a conocer cómo se viven los desafíos profesionales en la empresa, en un formato distinto a las típicas entrevistas, dinámicas grupales, test, etc…, y para las empresas, asegurarse que va a contar con los mejores.
Carlos Artal
Director general de Ayming en España