Para los expatriados, la ausencia de una red de apoyo y la asimilación de nuevas costumbres supone una carga emocional adicional. Y las empresas tienen que dar respuesta ante ello. El estudio «Cigna 360 Well-being Survey» asegura que 8 de cada 10 expatriados afirman sufrir estrés . Lo ha realizado la aseguradora de salud Cigna, que dedica una parte de su informe al análisis de la salud integral de las personas que viven en el extranjero.
Las mayores preocupaciones que se extraen de este estudio son: la incertidumbre ante el futuro (48%), el miedo al contagio por coronavirus (41%) y el exceso de información sobre noticias que tienen que ver con la COVID-19 (28%). El 27% confía en poder mantener su nivel de vida actual y el 25% dice tener seguridad financiera para subsistir en caso de emergencia (desastres naturales o irrupción de una pandemia). Otra de las conclusiones del estudio es que un 35% de los expatriados que quieren volver a su país tiene como mayor inquietud las finanzas futuras.
«Los expatriados de todo el mundo han sido fundamentales para ayudar a las empresas a facilitar nuevas oportunidades. Pero, tal y como revela nuestro estudio, estas personas siguen enfrentándose a retos como las restricciones para viajar o las preocupaciones financieras, traduciéndose en mayores niveles de estrés y ansiedad. Por ello, es fundamental que las organizaciones les proporcionen el apoyo necesario mientras se adaptan a su nueva vida laboral y familiar, tanto si se trata de ayudar a los profesionales expatriados sin experiencia a establecerse en un nuevo país, como a los que llevan más años», señala Juan José Montes, CEO de Cigna España.
La resiliencia en estos tiempos
Lo que está claro es que la capacidad de adaptación o la habilidad para afrontar nuevos desafíos resulta clave para los empleados expatriados. Esto responde a que un 46% de los expatriados ha declarado ser resiliente frente a un 57% de empleados que trabajan en su país de origen.
“Los profesionales expatriados demandan que las empresas desempeñen un papel más relevante a la hora de ayudarles a adaptarse a su nueva vida laboral. Por ello, las empresas que seguirán siendo competitivas a largo plazo son aquellas que vayan más allá a la hora de ofrecer a estos trabajadores sistemas de apoyo que les ayuden a gestionar su estrés y sus preocupaciones generales”, afirma Olivia Gómez, HR Manager de Cigna España.
Preocuparse por el bienestar físico y emocional es más importante que nunca. El lanzamiento de programas con este fin es un elemento esencial para una buena cultura corporativa, elevar la competitividad a nivel internacional y mejorar la reputación. A su vez, ayuda a lograr retornos económicos gracias a la reducción del absentismo o presentismo por enfermedad, y aumentar la productividad de la fuerza laboral.