También Esto, ¡también pasará!
“Memento mori”, recuerda que eres mortal.
Esta pandemia nos ha mostrado la enorme fragilidad de la humanidad, pero también la enorme grandeza y fortaleza del hombre que decide, desde su individualidad y sentimiento de pertenencia a una comunidad, defender al débil, ya sea curándolo, ya sea llevándole comida, como mejor expresión de la dignidad humana.
Todos sabemos que en la adversidad nos mostramos tal como somos y, tal como afirmaba Warren Buffett, “sólo cuando baja la marea se ve quien nadaba desnudo”.
Pero también sabemos que en la adversidad nuestra forma de pensar es mucho mas sublime, moviliza las energías hacia un bien común y, como decía Aristóteles, “preserva la salud ética de los pueblos”.
En medio de este confinamiento obligado, ya comenzamos a vislumbrar el tiempo que vendrá cuando salgamos a la superficie, que será muy diferente del mundo que dejamos atrás.
Gran parte de los analistas auguran que, mientras no se cuente con una vacuna eficaz, que se estima suceda entre los próximos 12 y 18 meses, el objetivo será ganar tiempo.
Viviremos en una situación de enorme cautela que es probable que limite una parte importante de nuestra forma de vida habitual, con el fin de evitar nuevos brotes que pongan de nuevo en riesgo la saturación de los hospitales.
Aún es pronto para saberlo, pero pudiera traducirse en el mantenimiento de ciertas restricciones como el distanciamiento social, la prohibición de reuniones y eventos, el cierre de fronteras, el mantenimiento del trabajo en remoto, etc.
Este posible escenario enfrenta a las organizaciones y a los profesionales ante un enorme desafío para garantizar la continuidad de su negocio y actividad profesional, hasta la aparición de una vacuna efectiva.
Deberemos formularnos las preguntas adecuadas.
- ¿Cómo podemos organizar nuestra actividad para mantener digitalmente nuestra relación comercial con clientes, proveedores y demás grupos de interés?
- ¿Cómo podemos liderar a nuestros equipos en remoto consiguiendo cercanía personal?
- ¿Qué debo aprender para organizarme con mayor autonomía y autocontrol?
- ¿Domino las plataformas de trabajo en remoto?
Afirmaba recientemente el filósofo Emilio Lledó que “el conocimiento nace de la experiencia”, y en estas primeras semanas de confinamiento hemos aprendido a organizarnos y a comunicarnos en remoto como no lo hemos hecho en décadas.
Este tiempo nos está descubriendo mucho, gran parte de ello lo olvidaremos, porque esto, ¡también pasará!
Está en nuestra naturaleza humana olvidar la historia y volver a repetirla.
Pero mientras oigo a lo lejos doblar las campanas, deseo que doblen en homenaje a tantos héroes anónimos a los que tanto tenemos que agradecer en este tiempo, porque nosotros, los de entonces, aquellos que estamos moralmente obligados a seguir el ejemplo de tantos, seguimos siendo los mismos.
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