Según los últimos datos de Asempleo, después del crecimiento del empleo que se ha producido, gracias a la estacionalidad, en lo que respecta a la creación de empleo, éste se ralentizará en septiembre. Aun así, los datos de empleo corregidos del efecto de la estacionalidad, concluyen que el empleo ha subido, concretamente en 10.500 personas. De hecho, en el segundo trimestre del presente año, el empleo creció de forma generalizada. Pero destacan los rangos de edad de entre 35 a 55 años, en personas con formación media, y los sectores de hostelería e industria manufacturera, sobre todo, en las zonas turísticas.
La tasa del paro se ha situado en el 22,37%, es decir, ha bajado 1,4 puntos. De entre los peores datos encontramos el del efecto desanime, ya que aumenta la dificultad de encontrar empleo estando parado y la población activa apenas crece un 0,2%.
Por otro lado, en España se trabaja casi una hora más a la semana que la media europea, debido a la baja tasa de parcialidad horaria en comparación con el resto de países de la UE.
Pero no por trabajar más horas podemos decir que ganamos productividad laboral ni remuneración salarial. De hecho, es en los países donde menos horas se trabajan donde se denotan mayores niveles de productividad. Para ganar productividad necesitamos mayor nivel educativo y orientación productiva hacia sectores que generan alto valor añadido.