Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, ha entregado en Nueva York el instrumento de ratificación con el que España se suma a la lucha contra el trabajo forzoso.
El trabajo forzoso es “una grave violación de derechos humanos” y se refiere a “todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente”, ha declarado la ministra en la sede de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El protocolo internacional sobre Trabajo Forzoso requiere a los países garantizar la liberación, la recuperación y la readaptación de las víctimas de la esclavitud moderna; mantener una legislación que permita prevenir el trabajo forzoso y fortalecer la inspección laboral y otros servicios que protejan a los trabajadores de la explotación. Según las últimas estimaciones de la OIT, más de 21 millones de mujeres, hombres y niños viven en condiciones de esclavitud, es decir, 3 de cada 1.000 personas en el mundo.
Con esta adhesión, nuestro país se suma a Argentina, República Checa, Chipre, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Islandia, Jamaica, Mali, Mauritania, Níger, Noruega, Países Bajos, Panamá, Polonia, Reino Unido y Suecia. Además, España se consolida como el país que más convenios ha ratificado con la OIT, habiendo ratificado todos los Fundamentales y de Gobernanza.