Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, ha firmado un convenio para impulsar la primera iniciativa global en materia de empleo juvenil: la Iniciativa Global sobre Empleo Decente para los Jóvenes. Lo ha hecho en Nueva York junto a Guy Ryder, director General de la Organización del Trabajo (OIT), impulsora de esta iniciativa.
Durante el Foro “Youth Employment for peace and resilience”, organizado por Nacionales Unidas, la titular de Empleo y Seguridad Social ha agradecido a la OIT la puesta en marcha de este iniciativa, la cual permite “volver a situar a los jóvenes en el centro del debate internacional”.
Allí Fátima Báñez recordó que con motivo de la crisis 76,6 millones de jóvenes estaban desempleados en todo el mundo en 2009, cifra que se redujo a 73,3 millones en 2014 y que en la actualidad se sitúa en 71 millones. La ministra remarcó también que de las oportunidades que tengan los jóvenes dependerá “su desarrollo, su sostenibilidad, una gobernanza democrática inclusiva y efectiva y que se conviertan en sociedades pacíficas y resilientes”.
Durante su intervención la ministra señaló también que uno de los objetivos de España es crear más y mejor empleo para los jóvenes, es “el mayor reto de país” que tenemos y un objetivo prioritario del Gobierno. “Siguen siendo mucho los jóvenes desempleados que buscan oportunidades”, por eso la prioridad del Gobierno es “favorecer la empleabilidad y el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo y que esa transición se produzca hacia trabajos decentes y de calidad”. “Sin un presente para los jóvenes no hay futuro para el país”, añadió.
En este sentido, la ministra afirmó “que confía en que las nuevas medidas presentadas en el marco del diálogo social puedan ver pronto la luz”, tales como una ayuda económica de acompañamiento (de 430 euros al mes, aproximadamente) para los jóvenes menores de 30 años con mayores dificultades de inserción laboral; un nuevo programa de formación y transmisión de conocimientos a través de un contrato de relevo; un programa que introduzca una nueva modalidad de jubilación parcial para posibilitar la formación de trabajadores jóvenes sin experiencia ni cualificación previa en el contrato de trabajo; y un nuevo Estatuto de prácticas no laborales que permita establecer un marco normativo de calidad para las primeras experiencias profesionales de los jóvenes.