En nuestro país ya hay 118 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística analizados por la Fundación Adecco. Con estos datos, España vuelve a registrar un máximo histórico de envejecimiento, situándose éste en un 118%, dos puntos más que hace un año.
Por Comunidades Autónomas, Asturias vuelve a liderar el ranking de envejecimiento, con un índice del 210%, seguida de Galicia (192,6%) y Castilla León (190,5%). En el lado opuesto de la tabla se sitúan Ceuta y Melilla, Murcia, Andalucía y Baleares. En estas regiones, a diferencia del resto de España, hay una mayor proporción de jóvenes.
“La relación cotizante-pensionista es actualmente de 2,1, considerándose una ecuación sostenible a partir de 2,5 contribuyentes por cada jubilado. Si continúa esta tendencia, para 2052 se estima que, por cada persona inactiva, habrá poco más de una persona trabajando, lo que sin duda pone en peligro la sostenibilidad de nuestro sistema”, asegura Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
“Urge tomar medidas que frenen los efectos de este envejecimiento imparable: alcanzar acuerdos de Estado y dedicar un mayor porcentaje del PIB a la familia, impulsar políticas activas contra la discriminación por la razón de edad, sensibilizar al tejido empresarial para que apueste por la fuerza laboral senior, y empoderar a los demandantes de empleo de más edad para que adquieran herramientas clave que les permitan competir en el mercado del siglo XXI”, opina Mesonero.
Es necesario apostar por los mayores de 55 años, «estimular su incorporación al mercado laboral y derribar los prejuicios y estereotipos que siguen lastrando su participación en igualdad de condiciones. No sólo por una cuestión de ética o justicia social, sino porque nuestra economía necesita de su talento para ser sostenible en el tiempo”, explica el director general de la Fundación Adecco.
“La situación es crítica: si no apostamos por el talento senior se derrumbará nuestro Estado del Bienestar”, asegura Mesonero. “La prioridad nacional debe ser implementar mecanismos que permitan a los mayores participar en el mercado laboral, empezando por las empresas que, de forma improrrogable, deben cambiar su cultura y hacerla inclusiva para los senior: si no lo hacen sucumbirán”.
Para ello, desde la Fundación Adecco concluyen afirmando que las empresas, los poderes públicos y la sociedad en general, deben asumir importantes retos para adaptarse a la fuerza laboral emergente: sensibilizar a la sociedad y al tejido empresarial respecto a los trabajadores mayores de 55 años, estimular su incorporación al mercado de los sectores de la población tradicionalmente más inactivos, promover medidas de conciliación y políticas que incidan en un estilo de vida saludable.