A sus 28 años, la sevillana María Graciani da un nuevo paso en su carrera como escritora en el ámbito de los libros de motivación, especialidad en cuya órbita también ha situado su experiencia como conferenciante. Su exitoso estreno fue con “Motivulario”, el lenguaje de la motivación, y ahora ve la luz «A+BUE=LO». «El Foro de los Recursos Humanos» habla con María Graciani horas antes del acto de presentación en Sevilla de su último libro.
-De Motivulario a Abuelo, ¿qué María Graciani nos encontramos en el nuevo libro?
Cada obra de un autor queda impregnada de su impronta personal, de su sello característico; de igual modo, cada libro muestra una parcela nueva del mundo, de las experiencias y de la personalidad de quien los escribe. Liderazgo, motivación, valores, confianza, superación, honestidad… son valores subyacentes tanto en Motivulario como en ABUELO, no son hermanos pero si buenos amigos.
-Autenticidad+BUena Educación= LOgros…eso son los Abuelos, con mayúscula.
Los “ABUELOs “son un capital cognitivo, emotivo, experiencial impresionante. En A+BUE=LO queda sintetizada fielmente la filosofía de vida de mi abuelo paterno, Antonio Graciani –así como la de todas aquellas personas que saben dejar huella allá por donde pasan con su actitud inspiradora-. Mi abuelo era “el capitán que dormía siempre vestido” (tal y como reza en un antiguo souvenir que trajo de Génova hace muchos años “Un comandante debe dormire sempre vestito”). Quien “duerme vestido” apuesta por estar presente, elige estar habilitado para responder ante cualquier situación, es decir, es responsable y, en última instancia, alinea su identidad con lo más auténtico de la persona: su humanidad. Mi abuelo, practicante durante toda su vida en los cruceros Cabo San Roque y Cabo San Vicente, ejercía su adorada profesión desde el alma líder de un capitán. Mi abuelo era “ABUELO”.
-¿A esta sociedad, y nuestras empresas, le falta hoy autenticidad?
La gran mayoría de las empresas nacen de la autenticidad de sus mentores, de un propósito o servicio original que va a cubrir una necesidad social de una manera concreta (manera que no sería posible si esas personas no existiesen). La palabra “autenticidad” hunde sus raíces en el verbo griego authenteo (tener autoridad, gobernar a alguien) y en el sustantivo authentés (el que obra por sí mismo, autor, ejecutor), por lo que una persona auténtica es alguien que demuestra su capacidad de gobernarse a sí mismo, es honrado, fiel a sus convicciones, esto es, tiene plena conciencia de las decisiones que toma, es capaz de prever las consecuencias de sus acciones y se hace cargo de ellas, reconociéndolas como frutos de sus propias elecciones.
Según el significado profundo de autenticidad y a la luz de la realidad actual, podríamos decir que no pocas empresas pierden su autenticidad, si no al completo, bien terminan por diluir aquella de la que nacieron. En algunos casos por falta de innovación (aunque parezca paradójico, para ser original y creativo, hay que beber continuamente de los propios orígenes –de la esencia que dio lugar a la empresa- y evolucionar en los mismos), en otros casos por dejarse llevar por intereses ajenos al propósito original de la empresa (pasando así de la vocación –sé quién soy y coincide con lo que proyecto al exterior- a la falsificación –la autenticidad se diluye en la identidad, en lo que “decimos que somos” aunque esto no coincida con la razón origen de nuestra empresa y terminemos viviendo la empresa de otro-) y otras ocasiones por perder completamente el rumbo, es decir, cuando no tenemos ni idea de quienes somos, resulta imposible por tanto identificarnos con unos principios concretos y consecuentemente lo que se proyecta al exterior es la más absoluta nada.
-Nos dicen que tenemos que aprender a vendernos, en ese proceso ¿perdemos autenticidad?
Si eso ocurre ¡es que no nos estamos vendiendo bien!
Por “vendernos” entendemos el comunicar tan bien las bondades, utilidades y beneficios de nuestra persona que quien tenemos en frente quede tan completamente inspirado por nuestra efectiva transmisión que esté deseando contactar y repetir con nosotros para que demos forma tangible a nuestra aportación en su caso concreto.
Si no sabes quién eres realmente, si ni tú mismo te conoces bien ¿qué autoridad moral real tendrías para invitar a otro a que te conozca? La autenticidad de tu persona y de los principios y valores que han inspirado tu producto o servicio deben ser la base de tu marca personal.
– Gente que está consiguiendo grandes logros gracias a utilizar la auténtica sabiduría tradicional, eso dices en Abuelo….¿algún ejemplo de los de tu libro?
¡Sí!, es el caso de mi buena amiga Auxi Heredia, Vicepresidenta del Club Toastmasters Sevilla. Este interesante club de oratoria fomenta lo más auténtico del ser humano: su capacidad de comunicar, transmitir ideas y llegar a los demás a través de un completo entrenamiento en habilidades de oratoria que permitirá forjar a los mejores líderes del presente, todo ello a partir de una completa educación en las habilidades comunicativas.
Esta organización sin ánimo de lucro nació en 1924, a día de hoy ya se encuentra presente en 116 países, con más de 270 000 miembros y… ¡ya están en mi querida Sevilla, no os lo perdáis!
-Motivulario, Abuelo..¿y ahora qué?
Como diría Buzz Light Year, el simpático astronauta de Toy Story: “¡Hasta el infinito y más allá!”. Me siento feliz al haber hecho realidad el sueño de mi niñez, ser escritora, y compaginarlo con la labor de conferenciante y columnista, pero… ¡mi sueño se ha ampliado!
Voy a poner toda mi “DISDI” (DISciplina que se DIsfruta) en convertirme en un referente a nivel nacional e internacional de la narrativa empresarial y del Motivational Speaking, y como pienso vivir al menos 120 años (ahora dicen que estamos bilógicamente equipados para vivir 400) estoy convencida de que aún me quedan muchas obras por escribir.
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Entrevista de @ForoRRHH realizada por @diegogarciacab
