Vivimos en una época de cambio, de cambio constante, lo que produce muchas inquietudes a los directores de Recursos Humanos.
Una de las principales cuestiones es dar respuesta a los principales retos en materia de potencial profesional.
Para tratar de hacerlo, Morgan Philips Hudson y el IESE organizaron un encuentro con los profesionales de gestión de personas.
A él acudieron los responsables de Bayer, Caixabank, Banc Sabadell, Naturgy, Desigual, DAMM y Pastas Gallo, entre otros.
Durante el encuentro, quedó claro que son conscientes de los aspectos necesarios para abordar con éxito estos desafíos.
Según estos, es necesario encontrar modelos de gestión del talento que identifiquen a las personas que pueden trabajar en un entorno cambiante como el actual.
Además, se observó que uno de los principales problemas de los evaluadores es la subjetividad y diversidad de criterio a la hora de aplicar los modelos de gestión del talento.
No se trata de adaptarse, sino de entender el cambio
Según explica Judith Mestre, Manager de Morgan Philips Hudson Talent Consulting:
«El principal reto de las empresas es educarlos para que entiendan la importancia de hacer una buena evaluación y entrenarles para ello. El camino hacia la homogeneización y objetivación de criterios no es sencillo, pero es claramente necesario que las organizaciones impliquen a los managers en el proceso, sin limitarse a la validación».
Y es que, como comenta Fernando Guijarro, director general de Morgan Philips Hudson Talent Consulting:
«La realidad actual laboral hace necesaria la existencia de modelos de gestión del talento y potencial que sean capaces de identificar la agilidad de las personas para trabajar en un entorno cambiante, incierto, ambiguo y complejo, pero no solo en términos de agilidad mental, sino también en cuanto a la agilidad para las relaciones y la gestión emocional. Vivimos en un mundo de constantes cambios y diversidad (cultural, generacional, disciplinar, etc…). El éxito de los negocios radica en saber entender este entorno y sacar el máximo partido de él a través del management».
Por ello, es necesario adaptar la velocidad de las necesidades del negocio a los programas de talento. Con esto, se conseguirá dar oportunidades y absorber internamente el máximo potencial.
Por otro lado, hay que clarificar que formar parte de un programa de potenciales no asegura el desarrollo a posiciones de mayor responsabilidad. Así no se generarán falsas expectativas y se evitarán frustraciones.