Un 15 por ciento de los directores ejecutivos, o CEO, de compañías internacionales abandonaron su cargo durante el pasado año y estos cambios no se produjeron exclusivamente en una región del mapa.
Según la firma de relaciones públicas Weber Shandwick con datos de un estudio llevado a cabo entre las 500 empresas con mayor relevancia mundial y con mayores ingresos, la zona del mapa donde más compañías perdieron sus cabezas visibles fue Europa. Aquí, el 18 por ciento de las principales empresas entrevistadas dijeron adiós a su director ejecutivo.
En la zona de Asia-Pacífico fueron un 16 por ciento y en Estados Unidos un 10 por ciento. Después de este reparto, desde la firma internacional aseguran que «la rotación y cambios en los despachos de los directores ejecutivos se ha convertido en un fenómeno mundial».
En líneas generales, la rotación ha disminuido respecto a 2005, cuando el porcentaje de altos ejecutivos que abandonaron su puesto fue del 17 por ciento. Por su parte Estados Unidos rebajó cerca de ocho puntos su ratio de rotación de CEO. Europa lo aumentó de un 15 a un 18 por ciento y en la zona de Asia-Pacífico el porcentaje de rotación se mantuvo en 2005 y 2006.
Los motivos para despedirse de la compañía que le ha dado su puesto más alto son múltiples, aunque las sucesiones pactadas o el fichaje por otras compañías son las más comunes.
Así, y según Weber Shandwick, en 2006 casi un 60 por ciento de los consejeros delegados dejaron la que entonces era su firma por una sucesión ya pactada, un ascenso a la presidencia de la compañía, diferentes tipos de compromisos políticos o traslados a nuevos puestos en otras compañías.
Además, un 31 por ciento de los CEO que abandonaron durante 2006 lo hicieron en contra de su voluntad, y el resto, un 12 por ciento aproximadamente, se marchó por diversos motivos como operaciones de fusión en la empresa, enfermedad, porque se trataba de un puesto provisional o por cambios políticos en el gobierno del país en cuestión.
En cuanto a la procedencia de los directores ejecutivos de este medio millar de grandes compañías, las plantillas tienen claro que la promoción interna funciona.
Durante el pasado año el número de CEO que ya pertenecían a la propia empresa fue superior al de ejecutivos que ocuparon el mismo cargo pero que procedían de otras compañías. El 65 por ciento de los CEO a nivel mundial procedía de su propia empresa mientras que sólo el 35 por ciento de los directivos desembarcaba procedente de otras empresas.
Para el presidente de la firma de relaciones públicas que ha elaborado el informe, Andy Polansky, las consecuencias de que un consejero delegado abandone su puesto son de «largo alcance» ya que no sólo significa la salida del cargo sino que se pierde también «la formación en liderazgo y sus responsabilidades en el consejo», tanto para la propia compañía como para «los miembros de la comunidad empresarial internacional».
Las 500 empresas internacionales recogidas en el informe generan unos ingresos anuales cercanos a los 15 billones de euros.