El burnout o desgaste profesional pasa factura al 75% de los trabajadores que se han visto obligados a teletrabajar por la pandemia, según el estudio ‘Covid-19 Global Impact’ elaborado por la consultora especializada en salud Cigna.
El Covid-19 se ha convertido en un factor disruptivo de los hábitos laborales agravando un estrés y una ansiedad en los trabajadores ya en cifras récord, puesto que en 2019 España fue el tercer país europeo con más estrés laboral, con unos niveles cercanos al 60% de los trabajadores.
“Las pautas sanitarias, como el distanciamiento social o el uso constante de mascarillas, han fomentado el sentimiento de aislamiento, aumentando así los niveles de desgaste profesional, estrés y ansiedad», explica Tomás Santoro, fundador de SumaCRM.
«Algo que se ha extendido al entorno laboral y que ha pasado factura a no sólo emprendedores y autónomos, sino al grueso de los trabajadores españoles que no estaban acostumbrados a trabajar en estas circunstancias”, añade.
Ya sea si trabajamos de forma presencial o bien teletrabajamos, la pandemia del Covid-19 ha cambiado nuestro entorno laboral y nuestra forma de trabajar.
No obstante, en este nuevo escenario también hay puntos positivos como la flexibilidad laboral, la conciliación, reducción de gastos o una mayor productividad.
«Como empresas debemos salir reforzados ante esta crisis, abriendo los ojos ante nuevas formas de hacer negocios y, sobre todo, cuidando a nuestros equipos de trabajo, facilitándoles así toda la ayuda que necesiten”, afirma Tomás Santoro.
Evitar el desgaste profesional se puede conseguir gestionando el estrés con la ayuda de las recomendaciones de SumaCRM, la empresa especializada en CRM para pymes y empresas:
Reforzar el compromiso con los empleados, seguir trabajando en su motivación y respetar su horario laboral. El remoto no es un ‘24/7’, fijar un horario y garantizar la desconexión digital contribuirá a reforzar la salud mental evitando todo tipo de trastornos.
La planificación es clave. Un calendario detallado ayudará al trabajador a centrarse primero en las tareas importantes y luego en las secundarias, aumentado así su satisfacción personal y dejando de lado esa sensación de no avanzar que genera ansiedad y frustración.
Sin distracciones que arruinen la productividad. (Un CRM puede ayudar a aumentar la productividad de una empresa hasta en un 50%, y puede hacer que los trabajadores descarguen toda la información en él sin tener que frenar su ritmo de trabajo de forma constante)
Ceremonias de metodologías ágiles en vez de reuniones. Como por ejemplo Daily Standups, una reunión diaria de sólo 15 minutos y en la que cada persona responde tres preguntas: ¿qué hice ayer?; ¿qué voy a hacer hoy?; ¿qué me bloquea?
Comunicar, comunicar y comunicar. La clave de trabajar en remoto es comunicar y la solución para hacerlo sin interrupciones es utilizar herramientas de chat y esperar a que la gente responda cuando pueda.