Tras los buenos días y encender la cafetera, el asistente de voz Xiawei3 nos pone al día sobre la profunda crisis económica, provocada por los graves disturbios sociales que la desigualdad tecnológica ha desencadenado.
Se anuncian nuevos cierres empresariales. Un nuevo movimiento social de “tecnoexcluidos” sigue ocupando plazas y calles en todo el mundo.
Mientras, en la Comisión Europea se sigue debatiendo sobre la aplicación de una renta básica universal que dé respuesta a esta situación de profunda y peligrosa fragmentación social.
Junto a ello, nuevas oleadas masivas de inmigrantes, provenientes de territorios del sur de Asia, África y América latina, siguen dirigiéndose hacia las fronteras de Europa, USA y norte de Asia.
Según la ONU ya han sido acogidos 80 millones de refugiados, mientras se espera la llegada de otros 150 millones en los próximos cinco años, dada la imposibilidad de vivir en los territorios del sur del planeta, como consecuencia de los efectos del cambio climático.
Ya estamos ante una situación de emergencia humanitaria global.
Por último, escuchamos que acaba de finalizar la Conferencia Europea sobre Emergencia Demográfica, en la que se ha constatado que el desplome de la natalidad en toda Europa, junto a una esperanza de vida superior a los 110 años, ha hecho financieramente inviable el sistema de pensiones.
Se constata también una falta de talento que la nueva y escasa generación Decennial es incapaz de cubrir.
Por ello, se recomienda mantener en activo a los profesionales de mayor edad, alargándose la vida laboral hasta los 85 años.
Afortunadamente, Xiawie3 nos anuncia que, para este lunes, 12 de septiembre de 2050, la temperatura máxima se suavizará en Madrid, bajando de los 47 grados de la última semana.
Regresamos al presente, tras haber descrito un futuro tan preocupante como posible, y en el que la empresa, como institución económica y social de gran impacto, tiene un papel muy relevante en su diseño.
Por este motivo, Klaus Schwab, fundador y presidente del World Economic Forum de Davos, acaba de compartir la pregunta sobre “¿qué tipo de capitalismo queremos?”, añadiendo que “esta sea tal vez la pregunta que defina nuestra era. Una pregunta a la que hemos de responder correctamente si queremos que nuestro sistema económico sea sostenible para las generaciones futuras”.
En respuesta, surge un nuevo “Manifiesto Davos 2020: El Propósito Universal de las Empresas en la 4ª Revolución Industrial”, en el que se declara que el propósito de las empresas es colaborar con todos sus stakeholders en la creación de valor compartido y sostenido, no solamente con sus accionistas sino con los empleados, clientes, proveedores, comunidades locales y sociedad en general.
Lo denomina “Stakeholder Capitalism”, uniéndose a la reciente y nueva declaración de propósito formulada el pasado mes de agosto por la Business Roundtable de USA.
Es tiempo de pasar a la acción, en el que la empresa se juega también su futuro.
Porque nosotros, los de entonces, aquellos que sabemos que, como dijo Unamuno “procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado”, seguimos siendo los mismos.