En un entorno empresarial cada vez más global, uno de los mayores desafíos de las empresas es comunicarse con eficacia en los mercados internacionales. Y a medida que las empresas responden a ese desafío, cada vez más ejecutivos realizan presentaciones en inglés.
La información que presentas es compleja y no puedes jugártela. Ya te dirijas a clientes, inversores o colegas, hacer que las personas escuchen lo que tienes que decir y actúen en consecuencia es vital.
Pero, ¿cómo puedes hacer que tus ideas resuenen cuando no trabajas en su propio idioma?
¿Cómo puedes hacer que tu voz se oiga?
Un artículo publicado en el Foro Recursos Humanos describió las competencias clave que las empresas españolas buscan en un gerente según un estudio de Openmet People:
«Una comunicación clara, ordenada y precisa … Presentaciones comprensivas … y la utilización de las herramientas de comunicación”.
Yo iría aún más lejos y diría presentaciones que conecten.
Llevar estas habilidades de comunicación a un contexto de habla inglesa es cada vez más un lugar común. Saber hacerlo de manera efectiva, además, puede abrir las puertas al progreso profesional. Por lo tanto, aumentar las habilidades de presentación es un medio para desarrollar y retener el talento.
Entonces, ¿cómo lograr un impacto cuando no estás presentando en tu idioma?
Aquí hay 3 consejos rápidos que puedes aplicar a tu próxima presentación:
1. Empieza en el lugar correcto
Antes de abrir el archivo de PowerPoint para preparar una presentación, da un paso atrás. Tienes claro el objetivo de tu presentación? ¿Y sabes quién es tu audiencia? ¿A quién te diriges? ¿Qué tipo de información esperan – y entienden? ¿Y qué es la única cosa – si tuviera que ser solo una – que quieres que tu audiencia recuerde? Construye tu presentación alrededor de este mensaje clave claro y conciso.
2. Atrévete a ser diferente
Tienes exactamente 7 segundos para causar una buena impresión, por lo que las primeras palabras que dices cuentan. ¿Comienzas presentándote a ti mismo? Todos los demás lo hacen, ¿verdad?
¿O hay una forma más impactante de captar la atención?
En realidad, sí. De hecho, hay varias. Y no tienes que ser un perfecto storyteller o un mago. Solo querer hacer las cosas de manera diferente. Empieza con una cita o una pregunta para que tu audiencia piense. Sorpréndelos con una estadística descarnada o cuenta una anécdota que conecte con tu mensaje clave.
3. Practica, practica, practica
Piensa en ello como una actuación en una obra de teatro. No pisarías el escenario sin ensayar a fondo tu papel. Lo mismo vale para una presentación. La mejor manera de reducir esos nervios es practicar. Las veces que necesites hasta que estés totalmente cómodo con lo que vas a decir.
Así, cuando des un paso adelante y comiences a hablar, sabrás que puedes hacerlo. Que tienes los recursos que necesitas. Palabras clave claras, y pronunciación marcada.
Piensa en la última presentación que hiciste. ¿Tu audiencia se quedó con lo que estabas diciendo? ¿Tu presentación te ayudó a cumplir tus objetivos? Si tu presentación fue en inglés, ¿te sentías cómodo y seguro? ¿O la pasaste sin pena ni gloria?
Hacer una presentación es una oportunidad de oro para conectar y convencer. Convencer a la alta dirección, atraer inversores, vender a clientes de diferentes culturas … Sea cual sea tu objetivo, puedes hacer que se escuche su voz.
Puedes marcar la diferencia entre una presentación convencional que haces porque tienes que … y una presentación que cambia el curso de tu negocio.
Caroline Harvey
Especialista en comunicación