Durante los 6 primeros meses del año la contratación a personas en riesgo de exclusión creció un 4,3%, según datos de la Fundación Adecco. Durante el primer semestre de 2017 la Fundación Adecco ha orientado a 9.915 demandantes de empleo en riesgo de exclusión, habiéndose generado 3.070 empleos para personas con discapacidad, mayores de 45 años parados de larga duración, mujeres con responsabilidades familiares no compartidas y/o víctimas de la violencia de género y otras personas en riesgo de exclusión.
“Este incremento es un indicador muy positivo, pues se trata de personas que atravesaban situaciones muy críticas y que han logrado reconducir sus vidas a través del empleo», comenta Arancha Jiménez, directora de operaciones de la Fundación Adecco. «Sin embargo, no podemos dormirnos en los laurales, ya que, a pesar de la recuperación de la economía, el trabajo a realizar es aún de gran magnitud: nuestro mercado laboral continúa estigmatizando posiciones en función de datos sociodemográficos como el sexo o la edad. Sin embargo, no existen empleos para hombres o para mujeres, para jóvenes o mayores: sólo existen vacantes que exigen unas competencias y personas que las cumplen. Al mismo tiempo, hay que dotar a los demandantes de empleo en riesgo de exclusión de la autoestima y confianza necesarias, para después proporcionarles recursos y herramientas que les permitan encontrar un empleo adecuado a sus necesidades y expectativas”.
La mayor parte de estas personas ha encontrado empleo en el sector industrial (22,6%), en puestos como operario de producción, mozo de almacén o reponedor. Las contrataciones del sector industrial y logístico se ha incrementado con respecto al año pasado debido al auge del e-commerce, que ha disparado la oferta en puestos como preparador de pedidos o repartidor.
“Lo que nos mueve es sembrar, en todas nuestras empresas colaboradoras, las semillas de un nuevo paradigma de la Diversidad: un paradigma que no está sujeto a modas, sino que es permanente y perdura en el tiempo. En otras palabras, más allá de las tendencias que en cada momento imperan en las políticas de Recursos Humanos, lo que siempre permanece es la persona y su derecho al empleo, como activo esencial para dignificar su vida: por y para ello venimos trabajando desde 1999”, concluye Jiménez.