María Luisa Benlloch y Graciela Ramallo nos cuentan su experiencia como directoras de comunicación de Novartis y Seur respectivamente. Dos tipos de comunicación muy diferentes, adaptadas en cada momento a las necesidades de la empresa.
Sorprender y destacar son los ingredientes principales, que, según Benlloch, no deben faltar en una Comunicación Interna óptima. Su lema, “una imagen vale más que mil palabras”, busca llamar la atención de los empleados, saturados muchas veces por los continuos bombardeos informativos.
Explica también la necesidad de adaptar los mensajes a los diferentes públicos que interactuan dentro de la misma compañía. En primer lugar, los que están en contacto permanente con la empresa y por tanto, están informados en todo momento. En segundo lugar, las personas que pasan más tiempo fuera que dentro de la empresa, y, por último, aquellos que trabajan en las fábricas, sin acceso a los canales de comunicación internos.
Con una Comunicación Interna basada en el apoyo a la dirección, imagen y motivación, la directora de Comunicación de Novartis nos revela su gran baza: La Responsabilidad Social Corporativa. Durante su ponencia, destacó la iniciativa “Un euro solidario” destinado a Organizaciones no Gubernamentales.
Para la directora de comunicación de Seur, el replanteamiento estratégico que se produjo en la compañía en el 2005 les obligó a actualizar su Identidad Corporativa. El objetivo era transmitir nuevos valores propios de la marca, en su caso, el concepto de urgencia.
Graciela Ramallo nos explica el principal problema que encontraron era la dispersión. El gran número de franquicias repartidas por la península e islas dificultaba la aplicación de los planes de comunicación.
Finalmente, Ramallo concluye “Lo que realmente diferencia a la marca de sus competidores son los empleados. Ellos serán, al fin y al cabo, los embajadores de la empresa”