Las noticias sobre discriminación de la mujer han ocupado importantes espacios en los noticiarios de todo el mundo. Arrancamos el año con la dimisión de la Delegada de China en la BBC por una supuesta discriminación salarial sexista. Carrie Gracie acusó a la corporación pública de llevar a cabo “una cultura salarial secreta e ilegal” que discrimina sistemáticamente a las mujeres.
Y es que la diferencia salarial entre hombres y mujeres es un hecho persistente y notorio, aunque difícil de detectar. El salario es una información confidencial entre trabajador y empresa. Los convenios colectivos pueden regular la retribución de un grupo de trabajadores, pero no hay ninguna forma de obligar al empresario a pagar lo mismo a un hombre y una mujer por hacer el mismo trabajo.
Existe en todo el mundo esa brecha salarial entre hombres y mujeres, y no hay motivos que la justifiquen. No se paga menos a las mujeres por ningún motivo lógico, se hace, simplemente, porque creemos que pueden cobrar menos. Pero esa es la realidad. Y aunque la brecha salarial entre hombres y mujeres se ha reducido, según la OIT habrá que esperar 70 años para que ésta desaparezca.
¿Qué se puede hacer para corregir esto?
En primer lugar, el establecimiento de controles desde la Administración, apoyada por una normativa que persiga de forma clara y sencilla esta injusticia, como ya poseen en Alemania o en Islandia. En España, existe la LO 3/2007 de Igualdad de Oportunidades, que recoge, entre otros, la obligación de adoptar e implementar planes de igualdad en empresas de más de 250 trabajadores, y se refiere también a materia de igualdad salarial por trabajos de igual valor, pero la realidad es que no ha habido muchos avances en los 10 años aplicación de la norma. En la actualidad, la Mesa de Diálogo Social del Ministerio de Empleo con patronal y sindicatos está analizando el establecer nuevas obligaciones de transparencia para que las empresas publiquen los salarios de hombres y mujeres según una tabla de clasificación profesional.
Además, la llamada brecha salarial pasa también por la gestión interna de las empresas, y en concreto por la Dirección y los responsables de Recursos Humanos. Es responsabilidad de Recursos Humanos el corregirla y es una tarea en la que todos debemos implicarnos. Ya hay muchas empresas que están trabajando para que exista la total equiparación, pero se hace necesario analizar, planificar y educar a las personas de nuestra compañía para que la brecha salarial entre hombres y mujeres (o cualquier otro tipo de discriminación) sea parte del pasado. En Recursos Humanos, debemos comprometernos y dedicar esfuerzos a esta tarea para lograr algo que es justo. Impedir que se cometan injusticias con nuestros propios compañeros/as. Mejorarán así las relaciones laborales, el clima y, por tanto, la productividad. Mejoraremos la sociedad en la que vivimos.
Juan A. Suanzes
CEO de Ars Outplacement