Hoy en día los empleados buscan en su puesto de trabajo un buen ambiente laboral, autonomía y flexibilidad. Para lograrlo, muchas organizaciones están transformando sus espacios laborales e incorporando un espacio lúdico, “un espacio dentro de la empresa donde se puede descansar, desconectar, alejarse de la rigidez de los espacios laborales tradicionales y que permite generar un tipo de relaciones y resultados diferentes a los que se producen en el puesto tradicional”, explica Fernando Calvo, director de People & Culture de Hays España. Y es que “la evolución de los espacios laborales responde a dos variables: el contexto de la empresa y la demanda de los trabajadores”.
El bienestar de los trabajadores y la innovación se ha vuelto un punto clave de la cultura empresarial, se trata de la clave para fidelizar y atraer el talento. “Son muchas las empresas que concilian sus intereses con el de sus trabajadores a través de la distribución y arquitectura de sus oficinas”, asegura Calvo.
Este tipo de lugares dentro de la organización contribuyen también a mejorar la productividad de los empleados, pues al transformar el espacio se modifica la comunicación dentro de la empresa, las relaciones y el tono de las conversaciones. “Un espacio de desconexión no solo responde a una necesidad del trabajador si no que dependerá de la actividad de la compañía, su necesidad de innovación, de trabajo en equipo, su mercado y qué necesita”, recuerda el director de People & Culture de Hays España.
“Trabajamos muchas horas y al final no se trata solo de pensar que venimos a ser productivos, si no que necesitamos estar a gusto, compartir y expresarnos”, reconoce Calvo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que “un espacio abierto puede dificultar el trabajo individual y aumentar las interrupciones”.
Por ello, es importante preguntarse si ha cambiado el espacio debido a las nuevas formas de trabajo o es el cambio del espacio el que modifica la manera de trabajar. Este es el debate, según Hays.