Becario. El puesto por el que absolutamente todos los empleados por cuenta ajena han tenido que pasar. Bueno, y los emprendedores también. Es su momento de adquirir experiencia, de aprender nuevas habilidades y de desarrollar su carrera. Están en la flor de la vida profesional. Las empresas tienen en los becarios una fuente inagotable de talento y una oportunidad para invertir en su futuro.
El talento junior forma la cantera de una empresa porque son su potencial futuro. Por eso, para las empresas son una inversión que aporta beneficios a largo plazo. A través de ellos las empresas pueden encontrar y formar a sus próximos líderes y directivos. Son el recurso que las compañías tienen más a mano para invertir en el futuro y crear el talento que puede asegurar su éxito a largo plazo.
Aunque no todo el mundo piensa de la misma manera, invertir en la formación y el desarrollo de los becarios es una estrategia inteligente para las empresas, ya que muchos de estos perfiles tienen un gran potencial de liderazgo si se desarrolla correctamente, y desde el inicio. En este contexto, cabe destacar el caso de Mary Barra, la actual CEO de General Motors. Su historia es un buen ejemplo de perseverancia y determinación en el mundo empresarial, ya que comenzó su carrera en la empresa en 1980 en un programa de aprendizaje en la planta de automóviles y durante más de 30 años en la empresa ha ido escalando hasta ocupar diferentes puestos de liderazgo en áreas como ingeniería, fabricación, recursos humanos y finanzas, para finalmente ganarse el puesto de CEO en 2014. Al formar y desarrollar a los becarios, las empresas pueden asegurarse tener líderes fuertes, comprometidos en el futuro y con un amplio conocimiento de la compañía.
Pero no todo es el potencial o el futuro que tiene este grupo de empleados. También tienen mucho que aportar en el presente, ya que los becarios son uno de los mejores activos de employer branding de una empresa. Se convierten en los mejores embajadores de marca por ser la cara más fresca para el mundo exterior, y pueden transmitir una imagen positiva y entusiasta de la organización, así como mejorar la reputación de la misma en el mercado laboral. Además, al estar más conectados con las últimas tendencias y tecnologías, les permite promover la marca empleadora de manera efectiva en las redes, en foros de empleo de universidades, etc.
Por eso mismo y por su vocación de ser altavoces, de casi todo lo que hacen, son una pieza clave de la cultura empresarial. Al estar en una posición en la que tienen mucho que aprender, están más dispuestos a prestar atención y a adaptarse a la cultura y los valores de la empresa. Su buena actitud y su disposición proactiva resulta tremendamente contagiosa y motivadora para el resto de los empleados. Si se les transmite adecuadamente la cultura empresarial desde el principio, pueden convertirse en grandes defensores de la misma y en verdaderos embajadores de la marca interna.
En definitiva, los becarios son una valiosa fuente de talento para las empresas, no solo como posibles futuros líderes y directivos, sino también como embajadores de marca de cara a conseguir atraer talento de todos los rangos, así como promotores de la cultura empresarial, dentro de los departamentos, aportando aire fresco, ideas nuevas e ilusión. Por eso, si te das un paseo por las oficinas de PayFit, te darás cuenta de que una parte de nuestra plantilla está formada por becarios, a los que por supuesto remuneramos, damos la oportunidad de crecer y tratamos igual que a cualquier otro empleado.
Al invertir en la formación y desarrollo de los becarios, las empresas pueden asegurarse el contar con líderes comprometidos y capaces en el futuro, así como de fomentar una cultura empresarial positiva y motivadora en el presente.
Autor: Yoann Artus, Country Manager de Payfit España
Imagen de portada: unsplash.com