Eurofirms Group, primera empresa nacional de gestión del talento, ha elaborado el estudio “Percepción sobre el empleo en el sector de la hostelería y la restauración 2022”. Los resultados ofrecen un completo diagnóstico de dicha industria basado en 1.823 entrevistas a personas en edad laboral, el 68,18% con experiencia en el sector y el otro 31,81% no, completado con datos internos y la visión de diversos expertos*.
El sector de la hostelería supone el 6,4% del PIB nacional y comprende a más de 30.000 empresas que emplean a 1,7 millones de personas (aunque se calcula una pérdida de cerca de 60.000 establecimientos por la Covid19). La restauración da trabajo a más de 1,2 millones de personas y aporta el 4,9% del PIB nacional. Se trata por tanto de dos de las industrias económicas y de generación de empleo más importantes en nuestro país y objeto de estudio de este informe.
Una de las principales conclusiones del estudio es que el sector no es lo suficientemente atrayente para atraer y fidelizar al talento, ya que sólo un 9% de las personas que trabaja en él lo hace por vocación, el 68,6% no se ve trabajando en dicha industria dentro de 5 años y casi un 40% no lo recomendaría bajo ningún concepto. El 60% manifiesta que los motivos de entrada en el sector fueron la necesidad (60%) o la casualidad (18%).
Diferente percepción interna y externa
Se observan diferencias entre los que disponen de experiencia en el sector, ya que para el 57% la percepción es buena o muy buena, frente a los que no han trabajado nunca en él que indican en un 33% que tienen una percepción mala o muy mala de éste, en contraposición al 23% que dice tenerla buena o muy buena.
Los aspectos mejor valorados por los profesionales de la industria son el hecho de tener un trabajo (48%), el trato con el cliente (36%) y las propinas (15%); mientras que los peor valorados son los horarios y la conciliación (64%), los salarios (39%) y la estabilidad laboral (20%).
Para los profesionales que no han trabajado en el sector, lo más atractivo es el trato con el cliente (48%) y las oportunidades laborales (28%) y lo menos atractivo son los horarios y la conciliación (74%), los salarios (46%) y la flexibilidad (14%). Entre este colectivo también es llamativo que un 36% de los encuestados no recomendaría a sus hijos trabajar en el sector y el 37% solo lo haría por necesidad.
Radiografía del talento y la situación contractual
Las funciones más demandadas corresponden a personal de sala, (30% camareros y 8% ayudantes de camarero), que junto con los auxiliares de cocina (9%) configuran los tres perfiles más demandados. Si observamos el nivel de estudios de los profesionales del sector indica una elevada formación de las personas que están trabajando, ya que un 43% dispone de estudios de segundo o tercer ciclo (licenciados, grados de segundo ciclo, tercer grado y máster). Nos encontramos ante un panorama con elevado número de perfiles muy cualificados que están trabajando en puestos que no requieren tanta formación.
En cuanto al tipo de contrato, el 68% manifiesta tener uno de tipología temporal (en alguna de sus diferentes variantes) y un 32% indefinido. Salarialmente, cerca de una tercera parte de los trabajadores indica tener un sueldo inferior a 1.000€ al mes y en general no suelen superar los 1.500€ mensuales (64%).
En cuanto a la situación actual tras la pandemia, el 40% de los encuestados manifiesta su preocupación por la irrupción de la digitalización y la robótica, ya que piensan que puede reducir las oportunidades laborales y obligarles a estar más cualificados.
Raúl Sanchez, director general de Eurofirms Group España, comenta los resultados del estudio subrayando “la importancia de poner en marcha políticas de profesionalización e incorporación de talento dentro del sector y la necesidad de atraer a las nuevas generaciones desarrollando herramientas adecuadas enfocadas a la digitalización y la flexibilidad horaria, dado que son dos componentes muy valorados por los jóvenes hoy en día”. Para mejorar la incorporación de talento dentro del mismo apunta a la necesidad de “pensar en el futuro profesional de los candidatos desde el principio con programas de formación y de desarrollo de los profesionales, para que dispongan de un plan de carrera”.
