Alvaro Murga, Director de Relaciones Laborales de Iberdrola, ha intervenido esta semana en «El Foro de los Recursos Humanos», espacio dirigido por Francisco García Cabello. La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán se ha convertido en la primera empresa del Ibex-35 en implantar durante los doce meses del año la jornada de trabajo intensiva.
El Director de Relaciones Laborales de Iberdrola, ha explicado que la implantación de la nueva jornada reportará a Iberdrola importantes ventajas en forma de incremento de productividad. Al menos, eso es lo que persigue la eléctrica, que confía en lograr un aumento global de 500.000 horas de trabajo al año.
En los últimos años, los empleados de Iberdrola han entrado a trabajar a las ocho y media de la mañana para cesar la actividad laboral a las cinco y media de la tarde, con un periodo de 45 minutos para comer.
Con el convenio, según Murga, que no afecta a los 400 directivos de la eléctrica, los trabajadores inician la jornada a las siete y media y la terminan a las tres y media de la tarde, disponiendo de un margen de tiempo de 24 minutos de entrada y salida. Para las áreas de negocio críticas que necesiten personal en activo por la tarde se establecerán turnos, a modo de guardia.
Frente a lo que un principio pueda parecer, el horario no supondrá un recorte de horas de trabajo. Según han explicado fuentes de UGT, la nueva jornada anual queda establecida en 1.670 horas, cuarenta más que la anterior. La diferencia se obtiene de varios puntos: desaparecen los tres cuartos de hora diarios destinados a la comida y también la ventaja de los viernes, día en el que la salida estaba fijada a las 13.30. Además, la plantilla de Iberdrola gozaba al año de tres meses y medio de jornada intensiva.
Al margen de horarios, el convenio, de cuatro años de duración, recoge otras medidas dirigidas también a conciliar la vida familiar y laboral. Entre ellas, la ampliación de ocho a diez años de la edad de los hijos menores que dan derecho a la reducción de jornada por guarda legal y el incremento hasta tres años del periodo máximo de excedencia por cuidados de familiares con reserva de puesto. La implantación de un complemento de hasta el 100% del salario fijo durante la suspensión del contrato por paternidad, o la posibilidad de reducir la jornada a cinco horas diarias sin disminución de salario durante el periodo que va desde la incorporación de la baja maternal hasta que el hijo cumpla su primer año, también se incluyen en el pacto.