La formación es el primer reto que se marcan los responsables de los departamentos de RRHH. España se encuentra por debajo de la media de los países de la Europa de los 15 en cuanto al número de empleados que reciben formación por parte de la empresa. A nivel directivo, el «Informe Cranfield» indica que la formación y el desarrollo deben “mejorar de forma sustancial en calidad y novedad, admitiendo que esta novedad exigirá una mayor capacidad de gestión que es en definitiva uno de los retos a asumir por los departamentos de RRHH”.
Otros retos que deben asumir son la alineación estratégica de la cultura; el clima laboral/motivación/productividad; el reclutamiento y selección, reflejo de la necesidad de captar talento directivo y selección.