Son muchos los responsables de Recursos Humanos de nuestro país los que últimamente me hablan de la “nueva formación” que se está aplicando en nuestras organizaciones ante las nuevas tendencias.
Hablando de “nuevas formas de hacer” todo es online y digital. En ese campo encontramos muchas iniciativas y muy novedosas en todos los sentidos. Las empresas están en ello e intentan adaptar esos contenidos ante las nuevas tecnologías con la estrategia de la organización. Eso es así.
Lo que ocurre que son muchos, y yo mismo lo veo, los que están volviendo a la “experiencia” como eje fundamental de la formación. Y ahí es donde estarían los avances de la nueva formación.
Desarrollar habilidades de nuestros directivos y empleados es un objetivo fundamental de las nuevas líneas de formación y contando mucho con la actitud como oportunidad para “calibrar la energía y la pasión del día a día”.
La formación experiencial es una innovadora metodología de aprendizaje basada en la capacidad que tienen las personas para aprender con la experiencia directa. Es eficiente, y la retención del conocimiento se puede elevar considerablemente. La formación experiencial utiliza como soportes de aprendizaje una serie de herramientas y business games especialmente diseñados para simular situaciones y problemas habituales en los ámbitos de trabajo.
Buscar experiencias innovadoras y que quizás no tenga nada que ver con la función habitual del alumno puede aportar “bocanada de aire fresco” para desarrollar habilidades y descubrir nuevas bondades de los equipos.
Para muchos esa “nueva formación” es quizás añeja en su concepto, pero es renovada y atractiva en su presentación contando con nuevas herramientas de formación, algunas de ellas procedentes de otras disciplinas. Y es que la experiencia de cliente se puede, se debe trasladar a experiencia interna.
Francisco García Cabello
Fundador y Director del Foro de los Recursos Humanos