Según un estudio elaborado por Spain Startup, el perfil del emprendedor español es un hombre, con estudios universitarios o de posgrado y joven.
Una de las principales conclusiones a las que llega el informe es que la financiación sigue siendo el principal reto al que se enfrentan los emprendedores. El 58% de los proyectos empresariales se pone en marcha con recursos propios y un 26% arranca gracias a la ayuda financiera de familiares y amigos, mientras que sólo un 12% empieza con el apoyo de fondos privados y apenas un 4% con un crédito bancario o a través del crowdfunding.
Por este motivo, los encuestados reconocen que la importancia de rodearse de un buen equipo cada vez es mayor. 4 de cada 10 emprendedores afirma que encontrar talento es una prioridad.
El informe de Spain Startup también señala que el 57% de los emprendedores españoles trabajaba por cuenta ajena y solo un 1% estaba antes en paro, lo que confirma que la aventura de emprender es una opción meditada y no una alternativa al desempleo. Además, la mitad de los emprendedores ya había lanzado una startup antes y el 61% no consiguió sacar adelante su anterior proyecto, uno de cada cuatro logró venderlo con éxito.
Para María Benjumea, Fundadora de Spain Startup, “esto pone de manifiesto una verdad universal que los países anglosajones entienden perfectamente y que en España cada vez se acepta más: el fracaso es aprendizaje, una oportunidad para desechar lo que no funciona, apostar por lo que sí, aprender de los errores y reinventarse”.