Cigna, compañía global de Seguros de Salud, ha publicado una serie de consejos para prevenir o combatir el síndrome postvacacional. «La vuelta a la rutina requiere de un proceso adaptativo que todo trabajador ha de superar. De no ser así, pueden surgir verdaderos cuadros de estrés agudo con las respectivas manifestaciones emocionales y físicas que lo caracterizan», explica Vicente Gil, Director Médico de Cigna. «Aquellas personas con menor resistencia a la frustración, que conciben su entorno laboral como algo desagradable o que no les motiva su trabajo, son más propensas a sufrirlo», añade.
Como «cada vez más entidades se preocupan por el estado en el que vuelven sus trabajadores después de este periodo de descanso», Cigna da una serie de consejos para seguir tanto durante el primer día de incorporación, como antes y durante las vacaciones, con las que intentar mantener en alza la motivación y productividad de los trabajadores o prestando ayuda profesional. Las medidas en cuestión son las siguientes:
- No te cargues de trabajo el primer día. Hay que tomarse tiempo para ponerse al día de lo que se dejó pendiente antes de las vacaciones y de lo ocurrido mientras se estaba fuera.
- Planifica actividades de ocio. Retomar el contacto con los amigos y familiares a los que no se ha visto durante la época de descanso puede ayudar en la adaptación. También organizar actividades de ocio y no dedicarse exclusivamente al trabajo.
- Mejorar aquello que no te guste en el trabajo. Si tienes un jefe despótico, no te llevas bien con algunos compañeros o realizas actividades monótonas, intenta establecer flujos de comunicación fluidos con el resto de la plantilla para hacer que tu punto de vista sea escuchado o estrechar lazos con el resto de compañeros.
- Buena alimentación y practicar deporte. Se debe moderar, sobre todo, el consumo de alcohol y cafeína, ya que pueden agravar los síntomas de apatía, depresión y estrés. El deporte, por su parte, hace que se liberen endorfinas, lo que provoca que el estado de ánimo mejore y la inapetencia se reduzca.
- Deja los deberes hechos antes de nuestra marcha. No sólo para contribuir a una vuelta más efectiva, también para evitar molestias durante nuestra ausencia. A este respecto, debemos intentar no marcar citas importantes justo después de la vuelta.
- No te cojas periodos vacacionales muy largos. Es preferible dividirlos a lo largo del verano para que la vuelta sea menos abrupta y planificar las vacaciones teniendo en cuenta el flujo de trabajo de la oficina y los días libres de los clientes para no encontrarnos sorpresas a la vuelta.
- Disfruta al máximo las vacaciones. Aprovechar el tiempo de descanso es imprescindible para evitar la frustración de haber desperdiciado los días libres, y para desconectar lo suficiente y volver con las ‘pilas cargadas’.
- Planifica el regreso con tiempo. Es recomendable incorporarse al trabajo, al menos, un par de días después de regresar de viaje para que dé tiempo a retomar rutinas: poner en orden el hogar, recuperar horario y horas de sueño habituales, recapitular lo que hemos dejado pendiente revisando nuestra agenda…
- Tomarte la vuelta con filosofía. Es necesario ver el trabajo como algo positivo y saber que nos podemos ir de vacaciones gracias a que tenemos un trabajo. La respuesta está en tomarse el primer día como una jornada laboral más, tener en cuenta que ocupa únicamente una tercera parte del día y ser conscientes de que tenemos tiempo para todo: ocio, trabajo y descanso.