Asistí la semana pasada en el IESE en Madrid a una charla de antiguos alumnos de la Universidad donde estudié. Además de intervenir sobre la importancia de ser alumni escuché atentamente a uno de los intervinientes hablar de la importancia de la actitud directiva y de la necesidad de tener amplitud de miras.
Fue esto último lo que me hizo pensar en la función de los Directivos de RRHH en nuestro país, y sobre su desarrollo.
Efectivamente el director de RRHH debe tener más que nunca AMPLITUD DE MIRAS. Aplicado a la función esto significa, en mi opinión, aspirar a más, proponer más ideas, avanzar en contenidos, ser más creativo, comunicar mejor y vender mejor la función.
Si se une a esto que, a nivel personal, se debe estar cada vez más preparado en otras áreas como marketing y negocio el resultado no es otro que el horizonte se abre a muchas más oportunidades.
Es tiempo de AMPLITUD DE MIRAS en todas las funciones del día a día, pero especialmente en un rol que se dedica a personas y desarrollo de las mismas en las organizaciones debería ser prioritario. Es necesario que las empresas se abran al talento para ir preparando unos tiempos que van a llegar y para los que debemos prepararnos. Me refiero a los entornos no crisis en los que las personas y las empresas se deben preparar para dar un mejor servicio y para crecer además de hacer crecer la credibilidad de distintos roles como por ejemplo el de director de personas.
Francisco García Cabello
Promotor y Director del Foro de los Recursos Humanos