Con el paso del tiempo la figura del líder autoritario ha ido dando paso a un estilo de liderazgo más cercano. El líder ahora es más cercano, se dirige a su equipo para inspirarle y lograr que los trabajadores se impliquen.
El Observatorio de Empleo de AgioGlobal ha identificado 10 características comunes que todo buen líder debe cumplir para lograr crear sinergias entre los empleados:
- Visión de futuro. Un buen líder tiene los objetivos corporativos bien definidos, comunica lo que espera obtener y dónde desea llegar. “La figura tradicional de jefe se vinculaba con la necesidad de controlar cada acción. En cambio, los líderes saben que su equipo cumplirá si recibe dirección y apoyo en el camino”, explica José María Camps, presidente de AgioGlobal.
- Capacidad de comunicación. Los líderes deben saber utilizar la comunicación para dirigir y motivar a su equipo. Un buen líder tiene que ser capaz de transferir un propósito y una visión capaces de influir en la conducta de sus empleados. “Ya no basta con transmitir el mensaje. El líder comparte la información, se asegura de que ha sido asimilada y comprendida y busca la interacción con su equipo”, matiza Camps.
- Liderazgo colectivo. “El liderazgo se ha convertido en un proceso colectivo. Ello evidencia la importancia de delegar. Los líderes asignan tareas y dejan hacer, asegurándose que se va a hacer el trabajo y se van a conseguir los objetivos propuestos”, prosigue el presidente de AgioGlobal.
- Credibilidad y confianza. La calidad de la relación con el equipo y la demostración de las capacidades del líder le otorgan credibilidad. Además, resulta complicado que un líder pueda ejercer influencia si proyecta desconfianza y dudas.
- Conciliación. El líder debe saber conciliar las distintas posiciones entre los integrantes de un equipo para obtener un acuerdo común.
- Potenciar e identificar fortalezas. Un buen líder disminuye los conflictos potenciales reconociendo el trabajo de cada individuo y desarrollando al máximo sus capacidades. Además, entiende la importancia del desarrollo personal y profesional de sus subordinados, y hace lo necesario para actualizar su conocimiento, habilidades y aptitudes.
- Compartir el éxito. Generalmente, para la consecución de una meta en una organización es necesario la intervención de un equipo de trabajo, y de aquí surge la necesidad de reconocer y valorar el esfuerzo y aporte de cada individuo. “En este nuevo estilo de liderazgo, se impone el esfuerzo común. El líder comparte los éxitos e implica a su equipo para que asuman sus responsabilidades individuales”, comenta Camps.
- Adaptación al cambio. El líder debe ser una persona que visualice las oportunidades que se presentan para convertirlas en fortalezas para la organización. Además, entiende el valor de cada uno de los profesionales que coordina, establece expectativas claras y adapta su liderazgo a nuevas necesidades y exigencias.
- Potenciar el lado humano. Es fundamental que un buen líder tenga en cuenta que los equipos de trabajo están formados por personas, por ello tiene que saber manejar las distintas situaciones desde la cercanía y la sinceridad.
- La importancia del coaching. “Estos profesionales, mediante la utilización de métodos psicológicos y dinámicos que requieren de una fuerte inmersión en la cultura de cada organización, potencian las habilidades del líder para que consiga resultados efectivos y duraderos”, asegura el presidente de AgioGlobal.
